











La reubicación de la fauna silvestre se realiza como una medida para mitigar los impactos ambientales. Las poblaciones de animales son reubicados en los hábitats naturales que ofrecen condiciones similares a las que ocupaban. Se transportan grupos de animales a sitios alternativos dentro de su rango de distribución con atributos ecológicos similares (UICN, 1995).
En Drummond cuando ingresamos a una nueva área en la que se ve afectada la fauna local, seguimos un protocolo específico para la reubicación. Antes de que la fauna pueda ser efectivamente trasladada, es necesario evaluar la capacidad del sitio de recepción. La capacidad de retención se define como el número máximo de organismos que un ecosistema puede soportar en condiciones naturales sin afectar su equilibrio. Un gran número de poblaciones se ve limitado por los recursos disponibles. Para protegerse contra la sobrepoblación de cualquier área, Drummond estudia ampliamente cada sitio de reubicación para determinar si el ecosistema receptor es capaz de soportar la introducción de especies reubicadas, antes de que las labores de reubicación se lleven a cabo.